Un nuevo estudio advierte que a medida que el mercado mundial continúa globalizándose, peligra la prosperidad de cientos de millones de personas en Europa Oriental y la ex Unión Soviética, ahora en su segunda década de transición del comunismo al capitalismo… 31 de enero, 2006 --Un nuevo estudio del Banco Mundial advierte que a menos que se continúe con las reformas del mercado, la ex Unión Soviética y Europa oriental corren peligro de dividirse permanentemente en dos bloques comerciales intrarregionales –un bloque rico y otro pobre. Este estudio, denominado “From Disintegration to Reintegration: Eastern Europe and the Former Soviet Union in International Trade” (De la desintegración a la reintegración: Europa Oriental y la ex Unión Soviética en el comercio internacional), analiza cómo ha evolucionado el comercio en 27 países de tránsito desde la caída del comunismo. El estudio revela que en la década y media que ha transcurrido desde la desintegración del bloque comercial soviético, toda la región ha experimentado rápidos flujos comerciales – a tal punto que hoy día comercia en gran medida a la par de otras regiones similares del mundo. No obstante, el principal autor del estudio, Harry Broadman, asesor económico del Banco, señala que hay indicios de que están surgiendo dos nuevos bloques comerciales intrarregionales. "Se está produciendo una bipolaridad en la región", dice Broadman. "Los países prósperos son aquellos que han comenzado a comerciar más con Europa occidental y la economía mundial. Existe otro grupo de países que todavía se está concentrando en el comercio de productos básicos y ha comenzado a retraerse nuevamente dentro de una esfera rusocéntrica". El estudio indica que el bloque comercial eurocéntrico comprende los nuevos ocho países de la Unión Europea (UE-8), Turquía y cada vez más muchos de los siete países de Europa suboriental (SEE). El bloque comercial “rusocéntrico” comprende en gran parte los 12 países de la Comunidad de Estados Independientes (CEI). Pero según el estudio, en este momento los límites de los dos bloques comerciales son "difusos": Rusia y Ucrania, por ejemplo, están más integradas a la economía mundial que muchos de sus vecinos que componen el bloque rusocéntrico. Y si bien los países de Europa suboriental gravitan cada vez más hacia el polo eurocéntrico, lo hacen a un ritmo diferente. Por otra parte, los dos bloques tienen una escala muy desigual: el total de flujos comerciales de mercancías de los países de la UE-8 y de SEE son dos veces más grandes que los de la CEI. El estudio revela que los países más prósperos de la región son aquellos que han encontrado maneras de aprovechar una mayor integración a nivel internacional para lograr un desarrollo más rápido en el país. Pero hace una observación – los países han logrado esto no sólo mediante la liberación de las políticas comerciales, sino también poniendo en práctica reformas en el ámbito nacional que fomentan el comercio internacional, a lo que Broadman denomina reformas "detrás de la frontera". Entre las reformas que cita el estudio, figuran medidas para promover la competencia entre las empresas nacionales, mejorar la gobernabilidad y reducir la corrupción, disminuir la regulación de los sectores de servicios y estimular la inversión directa extranjera – haciendo un nexo entre las empresas nacionales y las redes mundiales de producción. Entre los países que han puesto en práctica estas reformas con eficacia encontramos a Polonia y Hungría, pero también se menciona a la República Checa y Eslovenia. Broadman comenta que es necesario actuar para prevenir que estos dos bloques comerciales intrarregionales se conviertan en algo permanente en la región. "Prácticamente todos los países de la región deben continuar liberalizando el comercio", dice Broadman. "Pero la mayor parte de las reformas requeridas son aquellas que deben tener lugar detrás de la frontera. Esto incluye reformas básicas en el plano institucional y estructural para que las economías nacionales resulten más competitivas, ágiles y resistentes a las fuerzas del mercado mundial a fin de mejorar el crecimiento y reducir la pobreza". Fundamentalmente, el estudio hace hincapié en que es necesario reformar las políticas comerciales para asegurar un crecimiento sostenible, pero eso no suficiente por sí mismo. "Para la mayoría de los países de la región, esto deja pendiente un importante programa de reformas detrás de la frontera", indica el estudio. "Por otra parte, varios países como Belarús, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán, siguen relativamente cerrados y todavía tienen que poner en marcha reformas fundamentales de la política comercial". Según Broadman, los países deben emprender la mayor parte de las reformas, pero también considera que las naciones más ricas del mundo y la comunidad de donantes juegan un papel significativo. "Los países ricos necesitan mejorar el acceso al mercado y eliminar la designación de no mercado para los procedimientos de antidumping”, agrega. "La comunidad de donantes tiene el papel vital de proporcionar una mayor asistencia técnica a fin de que los países más pobres puedan mejorar sus regímenes de política comercial y fomentar sus reformas detrás de la frontera”. |